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Alergias e intolerancias alimentarias

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En los primeros meses de nuestro bebé podemos toparnos con algún tipo de alergia o intolerancia alimentaria. Es algo muy frecuente ya que, según datos de la Sociedad Española de Pediatría, al menos un 20% de los niños y niñas españoles tienen algún tipo de alergia. En el post de hoy te damos claves para reconocer síntomas de alergia alimentaria y te hablamos de los alimentos que suelen provocarlas con más frecuencia.

 

¿Qué diferencia una alergia alimentaria de una intolerancia?

Dependen de la forma en que responde el cuerpo a los alimentos. En el caso de una alergia, el cuerpo considera algún alimento como algo extraño y genera anticuerpos para eliminarlo. Las alergias pueden provocar reacciones graves en los niños y niñas, por lo que tenemos que saber identificar los alimentos que no pueden tomar. En el caso de las intolerancias, generalmente se producen por un problema en el metabolismo de la comida y suelen cursar con molestias gastrointestinales con mayor o menor gravedad.

 

¿Qué alimentos suelen causar reacciones adversas a los alimentos?

En los primeros meses de edad, el alimento que más reacciones adversas suele causar es la leche de vaca. Si detectamos que nuestro bebé no tolera bien la leche de fórmula, bien porque comienza a tener problemas gastrointestinales o porque aparece algún síntoma como irritación en la piel deberíamos consultar con un profesional y eliminarla (en un post anterior te hablábamos de leches artificiales y alternativas).

Entre el primer y el segundo año, coincidiendo con la introducción de nuevos alimentos pueden aparecer otras intolerancias o alergias como son al huevo, al pescado, a determinadas frutas, etc. Como te decíamos en el post sobre introducción de nuevos alimentos, para detectarlas es importante separar las primeras veces de un nuevo alimento unos 15 días y comprobar cómo le sienta a nuestro bebé.

 

Síntomas de alerta

Los siguientes síntomas pueden ser un indicativo de que algún alimento está siendo mal tolerado por tu bebé. Conocerlos te ayudará a detectarlos con más facilidad. Recuerda siempre que si aparecen deberías consultar con un profesional para saber exactamente qué es lo que se lo está provocando.