Como sabrás, esta semana vuelve nuestro servicio de análisis de piel y pelo (si aún no la tienes, pídenos una cita por instagram, facebook o whatsapp al 986 586 760). En esta época del año nuestro objetivo está más que claro: las manchas (que se acentúan tras los meses de sol) y la caída capilar. Para ponerte en contexto vamos a a hablarte en este post y en el del próximo lunes de estas dos condiciones de piel y cabello.
Manchas en la piel
Nuestra piel cumple una importante función como barrera de protección del cuerpo. Una de las formas que tiene de protegernos (en este caso, de la radiación solar) es mediante la formación de un pigmento llamado melanina. En ocasiones, puede existir un oscurecimiento de la piel en zonas puntuales. ¿Qué tipo de manchas nos podemos encontrar y qué las caracteriza?
Manchas de origen inflamatorio:
Este tipo de manchas se originan después de un proceso inflamatorio (cuando hemos tenido acné o algún granito o cuando nos hemos hecho recientemente la cera) y nos exponemos a algún tipo de radiación. En estos casos podemos encontrarnos con zonas más oscuras que tienen la misma forma que la lesión inflamatoria previa. Esto ocurre porque en el momento de la lesión la piel genera un exceso de melanina para intentar protegernos, y esta se queda acumulada en la última capa de la piel.
Este tipo de manchas son muy sencillas de tratar y si eres constante con el tratamiento podrás ver su apariencia disminuida en un tiempo muy corto.
Manchas de origen hormonal o melasma:
En el melasma nos encontramos manchas más alargadas que, generalmente, aparecen en el labio superior, en los pómulos o en la frente y tienen bordes difusos. En este caso la mancha se produce por un desajuste hormonal, ya sea por un embarazo, por el uso de anticonceptivos orales, por la menopausia, etc.
En este caso el tratamiento es más complicado y lo que debemos intentar es, sobre todo, prevenir su aparición.
Manchas solares en placas o lentigos:
Son manchitas pequeñas, como lentejas, con los bordes muy definidos que pueden aparecer en manos, en la cara o en otras zonas expuestas a radiación.
Debemos prevenir su aparición en la medida de lo posible, pero, nuevamente, si somos constantes podemos reducir su apariencia visiblemente.
En todos los casos insistimos en la prevención de las manchas solares llevando un fotoprotector adecuado a nuestro tipo de piel y, sobre todo, renovándolo siempre que sea necesario. Hoy en día se sabe que la radiación proveniente de dispositivos electrónicos también puede inducir la formación de manchas, así que no hay excusa para usar un buen protector solar todos los días del año.
No dudes en preguntarnos cualquier duda que tengas al respecto y recuerda pedirnos cita para poder recomendarte una rutina personalizada.