Hoy, siguiendo la temática de publicaciones relacionadas con la salud mental, trataremos dos patologías con mucha incidencia en la actualidad: la ansiedad y el insomnio. Además, te damos 8 trucos para luchar contra el insomnio.
Antes de nada, si te interesan los temas sobre salud mental y te has perdido nuestra anterior publicación, clica aquí para leerla.
Ansiedad
La ansiedad es una respuesta normal a situaciones que se perciben como peligrosas, que se caracteriza por la aparición de un sentimiento de miedo, temor o inquietud que puede provocar también síntomas físicos como dificultad para respirar o palpitaciones. Puede ser aguda (por ejemplo, si estamos viviendo una situación de estrés puntual) o puede prolongarse en el tiempo, interfiriendo con nuestra vida cotidiana y provocando lo que se conoce como trastornos de ansiedad.
Hay distintos tipos de trastornos de ansiedad, entre los que se encuentran:
- Trastornos de ansiedad generalizada: los más frecuentes. Existe una preocupación o miedo constantes por posibles problemas cotidianos como la salud, el dinero, etc. Se mantienen durante meses y cursan con frecuencia con síntomas como temblores o dolor muscular, pero también con sensaciones de desasosiego o inquietud e hipervigilancia.
- Crisis de angustia: son episodios breves e inesperados en los que se siente un profundo temor sin una causa aparente. Si son recurrentes, hablamos de un trastorno de angustia.
- Trastornos de estrés postraumático (TEPT): se dan después de haber sufrido un episodio traumático físico (por ejemplo, ante una amenaza a la vida) o una situación de maltrato físico. Suelen aparecer cuando un estímulo recuerda esta situación.
- Trastornos obsesivo-compulsivos (TOC): son desórdenes crónicos que se caracterizan por la aparición de ideas intrusivas recurrentes que fuerzan a la persona a realizar determinadas acciones o tener determinados pensamientos de forma obsesiva. Estas ideas surgen a partir de miedos a situaciones poco o nada realistas, que generan un estrés que el paciente alivia realizando este tipo de actos compulsivos.
- También pueden existir trastornos de ansiedad debidos a fobias (por ejemplo, el miedo a los payasos o la ansiedad social) o trastornos de pánico generalizados.
Algunos de los síntomas más frecuentes de un trastorno de ansiedad son los siguientes:
Síntomas físicos: | Sentimientos/pensamientos: | Cambio de carácter: |
Palpitaciones fuertes y taquicardias | Miedo, temor, pánico | Dejar de hacer actividades diarias por miedo |
Dificultad para respirar y mareos | Inquietud | Retraimiento, sensación de inseguridad por salir a la calle |
Caída de pelo drástica | Preocupación | Irritabilidad |
Molestias gástricas | ||
Molestias dermatológicas |
Como cualquier otro trastorno de salud mental, la ansiedad tiene que ser diagnosticada por un profesional de la salud, que nos dará las pautas para conseguir superarla.
Insomnio
El insomnio es una dificultad para iniciar o mantener el sueño que repercute negativamente en sobre la actividad normal de la persona que lo padece, debido a la aparición de fatiga, somnolencia, ansiedad, dificultad para concentrarse, etc. Hay distintos tipos de insomnio en función de distintas características:
Las causas más frecuentes del insomnio son la existencia de otras alteraciones psiquiátricas como, por ejemplo, la ansiedad o depresión; otras enfermedades crónicas como el dolor crónico o la EPOC; el consumo de estimulantes como el café; una higiene del sueño inadecuada o el consumo de determinados fármacos.
Algunas medidas no farmacológicas que podemos tomar para mejorar nuestra higiene del sueño son las siguientes:
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