Nuestras publicaciones del mes de diciembre, como no podía ser menos, tienen forma de menú navideño.
Por este motivo hoy empezaremos con los entrantes, y en unos buenos entrantes gallegos no puede faltar algo de marisco, así que nuestro post de hoy está dedicado al ácido úrico y la gota. Te explicaremos qué es eso del ácido úrico y cuándo tenemos gota. Además, te diremos qué alimentos están prohibidos y cuáles son aconsejables si eres una persona propensa a tener gota.
Ácido úrico y ataque de gota:
Nuestro cuerpo está constantemente metabolizando sustancias. De esta forma, consigue que resulte más fácil la eliminación de todo aquello que no le interesa. Uno de los productos que nuestro cuerpo metaboliza son las purinas.
Las purinas son compuestos que nuestro cuerpo produce o que consumimos a través de muchos alimentos, que se utilizan para muchas funciones esenciales para nuestra vida. Cuando están en exceso, de manera natural, nuestro cuerpo las convierte en ácido úrico para que se puedan eliminar por la orina. El problema es el siguiente: imagínate un vaso de agua al que le vas echando sal. Al principio, la sal se disuelve en el agua, pero, a medida que vamos echando más y más, empieza a aparecer sal en el fondo que no se puede disolver porque el agua está saturada, es decir, no es capaz de admitir más sal disuelta.
Lo mismo pasa con el ácido úrico en el cuerpo: si el ácido úrico está en poca cantidad se elimina por orina con facilidad, pero, si hay demasiado, la orina se satura y no es capaz de eliminarlo, por lo que se van formando cristales de urato que se depositan en las articulaciones (especialmente, en el dedo gordo del pie). Cuando en las articulaciones se acumulan estos cristales, se produce en ellas una inflamación y un dolor muy intenso y característico, que es lo que entendemos por ataque de gota.
Cómo prevenir un ataque de gota:
Si eres una persona propensa a tener ataques de gota es posible que te hayan recetado medicamentos para prevenirlos. Algunos de estos medicamentos buscan evitar que nuestro cuerpo genere purinas porque, de esta forma, no tendrá que convertirlas posteriormente en ácido úrico.
De cualquier modo, también podemos ayudar a nuestro cuerpo cuidando nuestra alimentación, para no ingerir más purinas de las que necesitamos y para hacer que el ácido úrico se elimine con mayor facilidad en orina. Recordemos el ejemplo del vaso de agua: podemos facilitar que la sal se disuelva en el agua si, por ejemplo, la calentamos. Evidentemente, no podemos calentar nuestra orina, pero lo que sí podemos hacer es alcalinizar su pH, es decir, hacer que la orina se vuelva más básica para que el ácido se pueda disolver mejor en ella.
¿Y como hacemos esto? Asegurándonos de consumir los alimentos que nos ayudan a prevenir un ataque de gota y evitando los que lo empeoran:
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