A lo largo del mes de diciembre te hemos hablado de distintos tipos de alimentos y sus patologías asociadas. En esta publicación y en la siguiente, como parte de nuestra campaña sanitaria del mes de enero por una alimentación más saludable, te hablamos de cómo prevenir trastornos gástricos con la alimentación y hábitos diarios.
Trastornos del esófago
Se dan cuando se produce una obstrucción o una inflamación en el esófago que ocasiona problemas para deglutir. Pueden ser agudos (como por ejemplo tener la garganta irritada por una infección) o crónicos (por ejemplo, cuando tenemos hernia de hiato o vómitos recurrentes). Algunas recomendaciones en caso de presentar trastornos del esófago serían las siguientes:
- Disminuir el consumo de comidas copiosas y ricas en grasa.
- Consumir una menor cantidad de comida, repartiéndola en más tomas al día. Por ejemplo, pasaremos de hacer tres comidas importantes al día a cinco, si es el caso.
- No llevar ropa ajustada (para reducir la presión abdominal).
- No ponerse en posición horizontal nada más acabar de comer (puede producir reflujo). En lugar de eso, podemos dar un paseo relajado.
- Cenar más de dos horas antes de acostarse. De esta forma no solo evitaremos el riesgo de padecer reflujo, sino que mejoraremos nuestro sueño. Si quieres más información sobre esto, ve a nuestra publicación sobre el insomnio.
- Evitar el consumo de tabaco.
En cuanto a los alimentos que debemos consumir y aquellos que debemos reducir nos encontramos con dos objetivos principales: evitar que se relaje el esfínter esofágico inferior (es decir, evitar alimentos que “repiten” como el alcohol, el ajo, la cebolla, etc.); y evitar la irritación del esófago (reducir el consumo de cítricos y sus zumos, cafés y alimentos muy fríos o calientes).
Gastritis y úlcera péptica
Una gastritis es una inflamación aguda de las paredes del estómago. Una úlcera péptica es una lesión erosionada de la mucosa y puede estar localizada antes del estómago (úlcera esofágica), en el estómago o en el duodeno (primera porción del intestino, justo después del estómago).
Ambas pueden estar causadas por cierto tipo de medicamentos (como, por ejemplo, los antiinflamatorios), pero una de las causas más comunes es la infección por Helicobacter pylori, una bacteria en forma de espiral que crece en las paredes del estómago. Podemos contagiarnos con esta bacteria consumiendo alimentos o agua contaminada con materia fecal o por transmisión con otras personas. Por ese motivo es siempre recomendable mantener una correcta higiene de manos tras cada deposición y una correcta higiene bucal.
Las recomendaciones asociadas a la gastritis y a la úlcera péptica son similares a las de los trastornos del esófago, resultando especialmente recomendable el realizar más comidas con menor cantidad de alimentos y consumirlas de manera tranquila y pausada. Además, intentaremos reducir la ingesta de leche y derivados lácteos, así como de alcohol.
Como siempre, te facilitamos una tabla con alimentos que consumir y evitar en estos tipos de trastornos gástricos:
Como consejo final te recomendamos priorizar siempre la cocción de alimentos, el horneado, la cocina al vapor o a la plancha frente a freír, rebozar y guisarlos.
¿Tienes alguna duda? ¡Déjanosla en comentarios!