Hoy te traemos la segunda parte de nuestra publicación sobre la prevención de trastornos gastrointestinales a partir de la alimentación y los hábitos de vida. Hablaremos de malabsorción, estreñimiento y diarrea, gases abdominales y colon irritable.
Malabsorción
La malabsorción o mala absorción intestinal incluye varios trastornos que implican que en el tracto digestivo no se absorban con normalidad los nutrientes de la dieta. Los síntomas característicos son el descenso brusco de peso o masa muscular en adultos, acompañada también de debilidad y problemas de concentración, y un retraso en el crecimiento en niños.
Puede estar causada, entre otras patologías, por la celiaquía o la enfermedad de Crohn, pero también puede deberse a un tratamiento de radiación o cirugías; a alguna infección bacteriana o parasitaria, como las tenias; o a distintas intolerancias alimentarias. Es importante conocer la causa, ya que podrán variar nuestras recomendaciones alimentarias.
En función de nuestro caso particular, puede ser necesario recibir estos nutrientes de forma externa, pero las recomendaciones alimentarias se pueden resumir en las siguientes:
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Consumir |
Evitar |
| > Lácteos desnatados; leche baja en lactosa o sin lactosa; quesos curados bajos en grasa
> Cereales refinados y derivados > Frutas crudas, maduras y sin piel. En almíbar o en zumos. > Carnes magras; huevos y pescados blancos Bebidas sin gas, infusiones, caldos vegetales y cárnicos sin grasa > Aceites vegetales > Plancha, vapor, papillote, horno… |
> Leches enteras, semis o desnatadas con lactosa > Cereales integrales y legumbres > Frutas con piel y semillas; frutas secas como dátiles o pasas; frutos secos > Carnes grasas y fibrosas; embutidos > Pescado azul y mariscos > Bebidas alcohólicas y con gas > Café, té, chocolate, refrescos > Nata, mantequilla, aceites fritos > Fritos, precocinados, salsas comerciales |
Estreñimiento
Si bien la frecuencia de deposiciones varía mucho entre unas personas y otras, se suele describir que en el estreñimiento hay una frecuencia inferior a tres veces por semana.
Hay numerosas causas de estreñimiento, que puede ser ocasional (por ejemplo, es frecuente en personas que viajan durante más de una semana, pero también puede estar causado por un tratamiento puntual, una dieta con poca fibra, etc.) o crónico (cuando este estreñimiento se prolonga a lo largo de las semanas provocando otras molestias a mayores, como hemorroides o fisuras anales).
En caso de estreñimiento (y también para prevenir patologías mayores, como el cáncer de colon), lo recomendable es realizar una dieta rica en fibra. A mayores, es aconsejable realizar un mínimo de ejercicio diario (aunque sea dar un paseo), beber abundante agua, intentar tener, en la medida de lo posible, unos horarios fijos y consumir los alimentos recomendados, evitando los desaconsejados:
| Consumir |
Evitar |
| > Leche y derivados, enteros o semidesnatados.
> Cereales integrales > Legumbres y frutos secos > Verduras y hortalizas. También frutas frescas con piel. > Carnes, pescados y huevos. > Caldos y zumos naturales. |
> Arroz blanco > Pasta alimentaria. Sémola y tapioca. > Patata, zanahoria; purés. > Compota > Plátano, limón, membrillo. > Zumo de limón, té. > Dulce de membrillo, cacao y chocolate |
Diarrea
La diarrea se define como un aumento de la frecuencia y/o volumen de las heces. Lo más importante cuando tenemos diarrea es asegurar una rehidratación y restauración del equilibrio de los electrolitos. Es frecuente pensar que las bebidas isotónicas nos pueden ayudar a este propósito, pero cuidado porque es un falso mito. Al contrario, las bebidas isotónicas comerciales tienen un alto contenido en azúcar, que agrava la diarrea.
En cuanto a dieta, debemos mantener durante un tiempo breve una dieta blanda, con fraccionamiento de las comidas. Además, consumiremos volúmenes pequeños de infusiones y alimentos blandos, con temperatura templada.
| Consumir |
Evitar |
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> Leche y derivados semidesnatados. > Cereales, pan blanco, galletas María > Arroz y pasta > Verduras y hortalizas cocidas. > Frutas frescas. > Carnes y pescados magros. Huevos en tortilla o cocidos. Jamón cocido. > Infusiones y zumos naturales poco ácidos. |
> Quesos secos o muy curados. Derivados lácteos grasos. > Cereales integrales, bollería grasa. > Chocolate. > Legumbres enteras, alubias y frutos secos. > Verduras crudas, tomate y cebolla. > Carnes y pescados grasos. Embutidos. > Aceite de coco y palma. > Bebidas carbonatadas, bebidas alcohólicas. > Picantes y alimentos muy salados. |
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