Hoy vamos a hablar de otras dos afecciones muy comunes en la piel: la dermatitis atópica y la seborreica.
Dermatitis atópica
¿Qué es la dermatitis atópica?
La dermatitis atópica es una afectación cutánea en la que la función barrera de la piel se ve alterada, produciéndose en ella lesiones asociadas a una piel muy seca con un picor muy intenso. A menudo, durante los brotes agudos de esta enfermedad, estas lesiones de la piel pueden infectarse por la presencia de bacterias.
Esta enfermedad cutánea es más frecuente en la infancia, pero en ocasiones puede persistir también en la edad adulta. No se sabe exactamente qué la causa, pero se cree que puede estar relacionada con factores genéticos, con alteraciones inmunológicas y con factores externos (el ambiente o la alimentación).
Actualmente, no existe una cura, pero sí se puede reducir los molestos síntomas y prevenir los brotes agudos, para mejorar la calidad de vida de las personas que la padecen.
¿Cómo podemos evitarla?
Como veíamos la semana pasada en el caso de la rosácea, no nos lavaremos la cara o el cuerpo con agua muy caliente, ya que también tiende a resecar la piel. Cuando nos sequemos, deberemos hacerlo con suavidad para evitar la irritación de la piel. Como en el caso de la rosácea, es muy importante mantener una hidratación correcta, ya que así reduciremos el número de brotes. Usaremos una crema emoliente en las zonas de brote y lociones hidratantes en el resto del cuerpo, siempre recordando que todos los productos que utilicemos tienen que estar adaptados a nuestro tipo de piel.
Por otra parte, intentaremos evitar alérgenos como el polvo o el pelo de animales, porque puede hacer que estos brotes agudos se desencadenen. Del mismo modo, deberemos evitar lana y fibras sintéticas, optando mejor por ropa de algodón o lino.
Consejos
Como siempre te decimos, ante este tipo de afecciones es muy importante que todos los productos que utilices estén adaptados a las necesidades de este tipo de piel. Así, por ejemplo, escogeremos preferiblemente productos syndet (es decir, sin detergentes agresivos con la piel), ya que permitirán realizar una limpieza que no dañe la función barrera.
Podemos suplementar nuestra alimentación con ácidos grasos, sobre todo el omega-6, ya que contiene un componente fundamental para la función barrera que, en casos de dermatitis atópica, puede estar faltando.
Dermatitis seborreica
¿Qué es la dermatitis seborreica?
La dermatitis seborreica es una afectación de la piel que, sobre todo, aparece a lo largo del cuero cabelludo. Puede presentarse en los primeros meses de vida (de uno a tres meses, cuya presentación más importante se ve en lo que se conoce como costra láctea del lactante), pero puede ocurrir también durante la edad adulta (sobre todo en hombres de entre 20 y 40 años). También pueden estar afectadas otras partes del cuerpo, sobre todo las de más carácter graso, como son la cara o las orejas.
Lo que veremos si padecemos dermatitis seborreica es, sobre todo, una capa de caspa grasa en el cuero cabelludo (distinguiremos esta de la caspa seca porque la caspa seca tiende a caer sobre los hombros en bolitas blancas, mientras que la caspa grasa permanece adherida al pelo y tiene un color amarillento). Como en el caso de la dermatitis atópica, también tendremos irritación en la piel y picor. Sin embargo, la distinguiremos de esta porque la dermatitis atópica está asociada a una sequedad de la piel severa, mientras que la dermatitis seborreica está asociada a una piel grasosa.
¿Cómo podemos evitarla?
Nuevamente, nos encontramos ante una afección de la piel que no tiene cura, pero, también en este caso, podemos tomar unas medidas para prevenir la aparición de brotes.
El primero de ellos, como siempre, es usar siempre productos adecuados para nuestra piel, evitando irritantes. En caso de la costra láctea del bebé, en muchas ocasiones puede desaparecer sola a las pocas semanas de vida, pero se debe siempre tener precaución en lavar la cabeza del bebé con un champú suave y respetuoso.
En caso de dermatitis seborreica facial podemos incorporar en nuestra rutina facial de limpieza un gel con algún componente antifúngico (ya que se sabe que hay una levadura llamada Malassezia implicada en su desarrollo) como el sulfato de cobre o el sulfato de zinc, presentes en algunas formulaciones.
Nuevamente, usaremos productos syndet (sin detergentes irritativos).
Consejos
En el caso de los bebés, si la costra láctea es muy espesa, también se podrá utilizar algún producto un par de horas antes del lavado para facilitar su eliminación. Además, después del lavado, cepillaremos el cuero cabelludo con un cepillo de cedras suaves para intentar eliminar la costra.
En adultos es importante, a la hora de la ducha, evitar el uso de esponjas o manoplas, así como el agua demasiado caliente y secarse sin frotar bruscamente con la toalla.
¡Hasta aquí por hoy! ¿Te ha quedado alguna duda sobre este tipo de afecciones de la piel? Coméntanosla por aquí, a través de nuestras redes o vente por la farmacia a que te aconsejemos para tu caso particular.
La semana que viene, en lugar de publicación en el blog, tendremos un vídeo que resumirá lo que veremos en nuestro taller de doble limpieza. Si quieres participar en el taller ¡contáctanos y te indicaremos las plazas que quedan libres en cada tramo horario!