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Dolor de espalda y cómo evitarlo

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El dolor de espalda es el problema más frecuente de salud crónica en España – se estima que un 18.6% de la población tiene dolor de espalda y alrededor de un 80% sufre o ha sufrido alguna vez estos problemas. En nuestra publicación de hoy vamos a hablar de las principales causas y qué podemos hacer para aliviar el dolor de espalda.

 

¿Por qué me duele la espalda?

El dolor de espalda es una afección muy frecuente en las consultas médicas y de oficina de farmacia. Su definición incluye desde toda la parte posterior del tronco a zonas que están inervadas por nervios de la columna raquídea. De todos los dolores de espalda el más frecuente es el dolor lumbar (un 70% de las consultas son por este tipo de dolor).

Podemos sufrir dolor de espalda en episodios puntuales, pero cuando este dolor se extiende temporalmente más de 3 meses, estaremos ante un caso de dolor crónico. También es así cuando tenemos más de tres crisis en un año. Conocer la clasificación de nuestro dolor es importante a la hora de abordar el tratamiento.

Según la zona en la que suframos el dolor, lo clasificamos en:

  • Dolor cervical: este tipo de dolor comienza en la zona de la nuca y puede irradiar a hombros, brazos y espalda y también puede provocar cefaleas. Alrededor de un 30-40% de las personas en su vida sufren o han sufrido este tipo de dolor. Puede deberse a una tortículis o a un latigazo cervical, pero también a otros motivos como el mantener una mala postura o determinadas patologías.
  • Dolor dorsal: si bien determinadas patologías pueden provocar un dolor en la zona dorsal, generalmente sufriremos dolor en esta parte del cuerpo por sobreesfuerzos o malas posturas. En este caso puede llevar a verse afectada también la zona cervical. Este tipo de dolor aparece con carácter moderado, pero se acentúa al realizar determinados movimientos. También puede ocurrir que tengamos dolor dorsal de forma aguda, irradiando por las costillas e incluso dificultando la capacidad respiratoria. Esto es debido a una afectación de uno de los nervios que inervan las costillas.
  • Dolor lumbar: como decíamos, la afectación de espalda más frecuente. Puede deberse a contracturas en la musculatura (por malas posturas o por sobreesfuerzos), pero también puede estar asociada a una hernia o protusión discal. Es más frecuente en pacientes de mayor edad debido a la degeneración progresiva de los discos que se sucede con los años.

Cuándo deberíamos realizar una consulta médica ante un dolor de espalda:

  • Después de un traumatismo fuerte.
  • Si tenemos dolor aún en reposo, que se hace más intenso por la noche y progresa en intensidad.
  • Si tenemos otros síntomas: fiebre, erupciones en la zona donde nos duele, síntomas urinarios, etc.
  • Dolor limitante que progresa y no cede con la medicación.
  • Dolor por más de 6 semanas.

Ten en cuenta que puede haber otros factores que sean criterio de consejo médico. Si tienes dudas ven a consultarnos.

 

Qué podemos hacer para evitarlo:

  • Como te decimos siempre, es muy importante evitar el sedentarismo. Aún si sufres un ligero dolor de espalda, el realizar ejercicio físico de intensidad moderada te puede ayudar a notar mejoría. La natación es el mejor deporte para fortalecer la espalda.
  • En relación con el punto anterior, controla tu peso. Tus músculos se cansarán antes si tienen que mover un volumen mayor.
  • Intenta mantener una higiene del sueño adecuada para reducir el estrés. Te hemos recomendado buenos hábitos de sueño anteriormente, pero te recordamos alguno: que pasen 3-5 horas entre la cena y la hora de acostarte; evita usar pantallas justo antes de ir a dormir; si tienes problemas para conciliar el sueño puedes ayudarte de alguna infusión relajante, etc.
  • Evita también dormir boca abajo, ya que es la postura que más dolores de espalda provoca. Mejor duerme boca arriba o de lado, si puede ser con un cojín entre las piernas para mantener la espalda en su posición más ergonómica.
  • Con respecto a la postura, aún cuando estés en reposo intenta mantener la postura más ergonómica. Si en tu trabajo tienes que usar pantallas y estar en una silla, procura que la mesa y la pantalla estén siempre a la altura de tus ojos para no tener que agachar la cabeza.
  • Con respecto a tu alimentación, incrementa el consumo de alimentos con ácidos grasos omega 3, ya que actuarán como antiinflamatorios naturales. También deberías asegurar un aporte de calcio suficiente con lácteos para que tus músculos rindan al máximo. Consume también alimentos con vitaminas B como legumbres y cereales. Evita el tabaco y el alcohol, ya que disminuyen la absorción de nutrientes y pueden empeorar otras patologías.