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Este último mes del año, con nuestra campaña sanitaria «que nada te impida disfrutar de las Navidades» (puedes ver la campaña en nuestro Instagram: @farmaciasouto) hemos decidido centrarnos para las publicaciones del blog en cuidado corporal, algo que frecuentemente tenemos más olvidado.
Por lo general, solemos tener clara la importancia de cuidar la piel de la cara, pero la del cuerpo tiende a ser una olvidada. ¿Hidratas la piel de tu cuerpo como deberías? ¡Hoy te traemos las claves para conseguir una piel radiante de pies a cabeza!
Antes de empezar, te dejamos algunas de nuestras publicaciones anteriores relacionadas que te pueden interesar:
La piel del cuerpo es distinta a la de la cara
¿Sabes que hay zonas de la piel del cuerpo que son mucho más frágiles que las de la cara? Y es que aunque formen parte del mismo órgano, la piel de la zona de la cara es estructuralmente diferente a la del cuerpo. Te contamos algunas diferencias:
- La piel está estructurada en capas. Si bien la capa más externa (que llamamos epidermis) es similar en la cara que en casi todo el cuerpo, cuando nos adentramos un poco más ya empezamos a ver diferencias notables. Esta segunda capa, que se denomina dermis, es mucho más gruesa en la piel del cuerpo que en la cara.
- La piel de la cara tiene glándulas sebáceas, esto son pequeñas glándulas que producen grasa y hacen que se cree sobre la piel un manto hidrolipídico que la protege. Sin embargo, muchas zonas del cuerpo carecen de estas glándulas y, por tanto, de esta protección que confiere el manto hidrolipídico.
- Esta ausencia de lípidos perjudica a la piel del cuerpo de distintas formas. Entre otras cosas, pierde hidratación y cohesión celular, de modo que es más propensa a la descamación y a formar grietas.
- La piel del cuerpo es una piel expuesta a agresiones externas. Por lo general, solemos ser más conscientes de la importancia de fotoproteger la piel de la cara utilizando factores de protección altos, pero dejamos olvidada la del cuerpo. Además, los tejidos sintéticos de la ropa, el frío y otros factores contribuyen a su deterioro.
Cómo proteger la piel del cuerpo
Anota esta lista de recomendaciones y comienza a aplicarlas. ¡Ya verás como el estado de tu piel mejora notablemente!
Duchas para cuidar la piel del cuerpo
Es normal para muchas personas querer ducharse con agua muy caliente, sobre todo en épocas del año tan frías. ¡Lo mismo pasa en verano con las duchas frías! Sin embargo, aunque agradezcamos el calor o el frío en función de la época del año, lo mejor para la piel del cuerpo es tomar las duchas con temperaturas moderadas.
Otra recomendación que podemos seguir en la ducha es evitar usar esponjas, sobre todo si están hechas de fibras sintéticas, pues pueden provocar irritación y descamación en la piel.
Es importante, también, tener en consideración el tipo de gel que utilizamos. ¿Tiene un pH dermatológico, es decir, de 5.5? ¿Tiene tensoactivos? ¿Está adaptado a mi tipo de piel? Si tienes dudas sobre estas cuestiones, consúltanos tu caso y te recomendaremos un gel para ti.
Recuerda, también, que es importante utilizar en la zona íntima geles específicos, con el pH adecuado para nuestro rango de edad. De esta forma, evitaremos alteraciones de pH que pueden conducir a posibles infecciones
Después de la ducha
Es cierto que es importante secarse bien, sobre todo en las zonas de pliegues, para evitar que aparezcan hongos. Sin embargo, debemos secarnos dando toque suaves, nunca arrastrando la toalla. De esta forma evitaremos llevarnos las capas de células más externas que protegen la piel.
El siguiente punto es muy importante: hidratación, hidratación, hidratación. Cuando salgas de la ducha ten a mano siempre tu hidratante corporal. Un buen truco es dejarla en la ducha o en la zona donde te seques para acordarte. Aplícatela con la piel húmeda por todo el cuerpo, dándote un masaje. ¡En cuanto empieces a hacerlo no podrás dejar pasar una ducha sin tu dosis de hidratación corporal!
Hay hidratantes corporales en distintas formas farmacéuticas: aceites, cremas, emulsiones… ¿cuál es la tuya?
¿Qué más puedo hacer por mi piel?
Si has llegado hasta aquí pensando «todo eso ya lo hago», ¡genial! Vas por muy buen camino. Sin embargo hay un par de recomendaciones más que puedes seguir para que tu piel tenga un aspecto ideal.
Una de ellas sería realizar exfoliaciones semanales. En función de tu tipo de piel, puedes utilizar distintos productos. ¡Siéntete libre de consultarnos!
Otro punto muy importante es la fotoprotección diaria. Siempre insistimos en que la fotoprotección es necesaria todo el año, pero no solo en la cara. Échate tu fotoprotector en las zonas del cuerpo que tengas expuestas al Sol todo el año. Sobre todo manos, escote, brazos…
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¡Hasta aquí por hoy! ¿Qué te han parecido nuestras recomendaciones? ¿Las conocías todas? ¡Cuéntanos en comentarios o ven por la farmacia!