Blog "Miel y Limón"

Tu rutina de cuidado facial durante la noche

Categoría: Blog "Miel y Limón"

Si en la publicación anterior te hablábamos de los pasos clave en tu rutina de cuidado facial durante el día, en esta publicación vamos a complementarlos con: tu rutina facial durante la noche.

Antes de nada, si te has perdido nuestra publicación anterior o quieres leer otras relacionadas, haz click sobre los siguientes botones:


Particularidades de la rutina de cuidado facial por la noche

A lo largo de todo el día nuestra piel está sometida a una serie de factores externos que pueden alterar su condición. Además, durante la noche, al regularizar la tensión y la respiración, nuestro cuerpo aprovecha para poner en marcha los mecanismos de reparación celular. Así, elimina los radicales libres que se acumulan durante el día y se regenera.

Para ayudar a nuestra piel a llevar a cabo este proceso de regeneración, debemos limpiar nuestro rostro profunda y eficientemente, además de nutrirlo adecuadamente. Para ello, debemos seguir una serie de pasos de rutina facial durante la noche, de los que te hablaremos a continuación.

Una piel limpia es imprescindible para ayudar a nuestro cuerpo en el proceso de renovación celular que se lleva a cabo durante la noche. Un paso imprescindible para tu rutina de cuidado facial por la noche.

Pasos clave para una rutina de cuidado facial de noche:

1. Limpieza de la suciedad de naturaleza grasa:

Utiliza un limpiador de base oleosa para eliminar la suciedad grasa de la piel, como el maquillaje, los cosméticos o los filtros solares. Con estos limpiadores, la parte oleosa capta la suciedad de la misma naturaleza y, con agua, retiramos ambas de la piel.

Los aceites limpiadores pueden utilizarse en cualquier tipo de piel, ya que, los de venta en farmacia, son no comedogénicos. Se aplican en seco, mediante movimientos circulares que nos permitan llegar a toda la cara y, entonces, podemos:

  • Humedecer los dedos para emulsionarlo y ayudar a retirar toda la suciedad.
  • Retirarlo con una esponja humedecida (pueden ser esponjas reutilizables o esponjas Konjac, que además aportarán un plus de hidratación).

Algunos aceites naturales que puedes utilizar para realizar este paso son los de Jojoba para pieles grasas (porque limpia sin aportar nada de grasa) o el de coco para pieles más secas.

También puedes realizar este paso con una leche limpiadora, aplicándola en seco y retirándola con ayuda de un algodón.

2. Limpieza en profundidad: suciedad de naturaleza acuosa

Realizamos este paso como el segundo de nuestra rutina de doble limpieza o limpieza coreana. En él, utilizaremos un limpiador de base acuosa para eliminar la suciedad de estas características. Por ejemplo, la contaminación ambiental, restos de sudor, etc.

Existen numerosos productos que puedes escoger en función de las características de tu piel. Espumas limpiadoras suaves, otras revitalizantes, jabones sólidos limpiadores o geles de limpieza específicos para pieles grasas o sensibles, entre otros.

También puedes realizar este paso con agua micelar, un agua de limpieza que contiene unos agentes conocidos como tensoactivos que captan la suciedad. En las aguas micelares, los tensoactivos son más suaves que en otros productos cosméticos y, además, van acompañados de otros componentes calmantes. Las aguas micelares se aclararán, o no, en función de las recomendaciones del fabricante.

Desmaquillantes de ojos

Recuerda desmaquillar tus ojos utilizando un producto adecuado para esta zona tan sensible. Normalmente, limpiadores bifásicos son bien tolerados, pero deberás probarlos antes para evitar que se te irrite la zona de los párpados. Una buena idea es probar primero el producto en la cara interna del brazo, que es una piel más sensible y nos hará hacernos una idea de si el producto nos irrita o no.

3. Tónico equilibrante

Después de la doble limpieza, nuestra piel necesita un tónico para reequilibrar el pH y prepararla para el tratamiento que querramos utilizar a continuación.

Como te decíamos en nuestra publicación sobre la rutina facial de día, los tónicos son productos muy completos, que cierran los poros; ayudan a restablecer el pH de la piel y mejoran la absorción de otros productos por parte de la piel. Además, algunos aportan un plus de hidratación.

Si tienes la piel mixta o grasa el tónico te ayudará mucho en tu rutina, porque cerrará tus poros evitando que se obstruyan con los productos que uses a continuación. En este caso, podrías, además, utilizar lociones exfoliantes de uso diario con ácido salicílico.

Si tienes la piel seca, te producirá una sensación calmante y te aportará hidratación.

4. Exfoliación (1-2 veces por semana)

Nuestra piel sufre procesos de renovación celular muy frecuentes. Esto implica, que hay un constante crecimiento de las células que recubren nuestra piel, pero también la acumulación de células que se mueren y se acumulan en la superficie a modo de escamas.

Es importante, con el fin de que nuestros productos cosméticos funcionen al máximo de sus capacidades, eliminar estas células muertas de la piel con una frecuencia semanal. De este modo, ayudaremos a este proceso de renovación celular y nuestra piel tendrá un aspecto muy mejorado.

Para ello, utilizamos productos llamados exfoliantes, que pueden ser de tres tipos principales:

  • Exfoliantes físicos o mecánicos: contienen partículas que pueden ser naturales o sintéticas y son las encargadas, mediante un proceso de fricción, de eliminar las células muertas de nuestra piel. Los podemos utilizar hasta dos veces por semana, pero debemos evitarlos si tenemos la piel muy sensible o si tenemos acné inflamatorio (con lesiones acneicas).
  • Exfoliantes químicos: se basan en el uso de reacciones químicas que eliminan las células muertas de nuestra piel. Es importante adquirir estos exfoliantes en centros de confianza, como las farmacias, porque una elevada concentración podría dañar nuestra piel. Son productos irritantes, así que debemos evitarlos en pieles sensibles y tendremos que utilizar necesariamente protección solar por la mañana.
  • Exfoliantes enzimáticos: utilizan proteínas vegetales que rompen las estructuras que unen a las células muertas con la superficie de la piel. Además, ayudan a la renovación celular de la piel. Son mejor tolerados por las pieles más sensibles, porque son menos agresivos que los otros dos tipos.

5. Mascarilla (1 vez por semana)

Hay distintos tipos de mascarillas con distintas funcionalidades, que nos ayudarán a complementar nuestra rutina una vez por semana.

Por ejemplo, las mascarillas de limpieza nos ayudarán a realizar una purificación en profundidad de la piel, ya que permiten que se adhieran a ellas la suciedad de la piel y la secreción sebácea.

Por otra parte, las mascarillas hidratantes cuentan a mayores con otros componentes que le dan un plus: existen mascarillas hidratantes con vitamina C para aportar luminosidad, con ácido hialurónico para ayudar contra los signos de la edad o con otros principios activos para dar efecto calmante o renovador.

En función de las características del fabricante deberemos aplicarlas durante un tiempo determinado. En algunos casos, las dejaremos 10 – 15 minutos y las retiraremos (mecánicamente o con agua) y, en otros casos, las dejaremos actuar toda la noche.

6. Contorno de ojos

Como te decíamos con la limpieza de los ojos, la piel del contorno de los ojos es distinta de la del resto de la cara y, por lo tanto, requerirá de otros cuidados. A la hora de aplicar tu tratamiento facial deberás escoger productos que se adapten a las necesidades de esta zona y a lo que esperes conseguir con ellos.

Hay productos cosméticos formulados para el contorno de los ojos con distintas características: para evitar el envejecimiento en pieles jóvenes; para eliminar bolsas (productos con textura de gel o cremigel); para eliminar ojeras (productos que favorezcan la circulación sanguínea o despigmentantes suaves); para tratar los síntomas de la edad, etc.

Es importante conocer el estado y las necesidades de la piel y, sobre todo, evitar al máximo utilizar productos que puedan producir irritación en esta zona. Por ejemplo, la zona de los párpados nunca va a necesitar exfoliación, así que, al utilizar estos productos, evítala.

Los productos del contorno de ojos se aplican con la piel seca y limpia, en no mucha cantidad (un guisante por ojo es suficiente). Lo aplicaremos realizando pequeños toques (mejor con el dedo anular) desde la zona del lacrimal hasta la zona externa.

7. Tratamiento facial de acción intensiva

Cremas, geles, gel-crema… hay una gran variedad de formatos de productos de tratamiento adaptados a las necesidades de cada una de nuestras pieles y a lo que queremos conseguir con ellas. Por lo general, las distintas texturas están pensadas para distintos tipos de piel.

Entonces, si tienes una piel seca, te beneficiarás más de tratamientos hidratantes y nutritivos con texturas como cremas. Además, pueden llevar asociado otro tratamiento (por ejemplo, ácido hialurónico para el tratamiento antiedad). Por el contrario, si tienes la piel grasa o mixta, tus tratamientos deben ser seborreguladores o matificantes.

La noche es el momento ideal para la utilización de productos despigmentantes que, por el día, podrían provocarnos irritación en la piel, pero es muy importante incidir en la aplicación de un factor de protección alto a lo largo del día, para evitar el empeoramiento de las manchas y la aparición de otras nuevas a causa de lo tratamientos despigmentantes agresivos.


¡Hasta aquí por hoy! ¿Qué te han parecido nuestras publicaciones sobre la rutina de cuidado facial de día y de noche? ¿Quieres saber qué productos recomendaríamos para ti? ¡Pídenos cita y te hacemos un estudio personalizado!

Además, recuerda que, a lo largo de este mes, tenemos nuestro evento de limpieza facial personalizada. Pídenos cita y disfruta de un tratamiento de limpieza adaptado a las necesidades de tu piel y a nuestra recomendación de productos para ti.

Más información en nuestras redes sociales: