La hipertensión arterial es una condición que afecta a millones de personas en todo el mundo. Controlar esta enfermedad crónica no solo es crucial para evitar complicaciones graves como infarto de miocardio o accidentes cerebrovasculares, sino también para mantener una calidad de vida óptima.
Importancia del control de la presión arterial
Controla tu tensión arterial con frecuencia, especialmente si estás a tratamiento con antihipertensivos, si estás embarazada, si sufres mareos, si han modificado tu tratamiento (diuréticos, aumento de dosis de antihipertensivos…), etc. Aquí van unos consejos para una medición adecuada:
- Descansar antes de medir: Evita el ejercicio físico, el consumo de cafeína o tabaco al menos 30 minutos antes de tomar la presión.
- Posición correcta: Siéntate con la espalda recta y apoyada, con los pies en el suelo y sin cruzar las piernas. El brazo debe estar a nivel del corazón y apoyado sobre una mesa.
- Regularidad: Trata de tomar la presión a la misma hora todos los días para comparaciones consistentes.
- Evitar hablar o moverse: Mantén la calma y quietud durante la medición para evitar variaciones.
Ejercicio regular
El ejercicio ayuda a bajar la presión arterial al mejorar la salud del corazón y los vasos sanguíneos, entre otros beneficios. Es importante comenzar de manera gradual y consultar con su médico antes de iniciar cualquier nuevo régimen de ejercicio.
Dieta para hipertensos
La dieta juega un papel fundamental en el manejo de la hipertensión. Reducir el consumo de sal es esencial, ya que el sodio eleva la presión arterial. Aquí algunos consejos prácticos conseguirlo:
- Usar hierbas y especias: Cocina sin sal, en su lugar, intenta condimentar tus comidas con hierbas y especias naturales. Esto no solo reduce tu ingesta de sodio, sino que también añade más sabor a tus platos.
- No tengas el salero en la mesa: En caso de resultar necesario, existe la opción de sal dietética baja en sodio como alternativa a la sal común.
- Leer etiquetas: Algunos productos, como los cereales para el desayuno, sopas enlatadas y snacks, pueden contener altas cantidades de sodio. Fíjate bien en las etiquetas, puede ayudarte a evitar aquellos productos con «sodio oculto».
- Preferir alimentos frescos: Las frutas y verduras frescas son bajas en sodio y ricas en potasio, lo que ayuda a controlar la presión arterial.
Limitar el consumo de alcohol
El consumo excesivo de alcohol puede elevar la presión arterial. Limitar el alcohol puede ayudar a reducir la presión arterial y también ofrece otros beneficios para la salud.
Mantén un peso saludable
El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo significativos para el desarrollo de hipertensión. Alcanzar y mantener un peso corporal saludable puede ayudar a reducir la presión arterial y disminuir el riesgo de complicaciones. La pérdida de peso puede ser especialmente efectiva si tienes sobrepeso y sufres de hipertensión. Incluso una pequeña reducción de peso, como perder del 5 al 10% de tu peso corporal total, puede tener un impacto positivo significativo en tu salud.
Conclusión
Controlar la hipertensión es un compromiso diario que implica seguir las recomendaciones médicas y hacer ajustes en el estilo de vida. ¡Cuida tu corazón, cuida tu vida!